sábado, 5 de noviembre de 2016

Pensamientos de una madrugada

Y me senté a pensar, así, por no dejar vagar la mente, sin embargo, me sumí en la espesura del bosque de la vida y allí me encontré con leñadores de sueños, esos que por más sano que este el árbol, la ansiedad de no verlo seguir creciendo hace que opten por sacar su egoísmo a flote, como el hacha más afilada, y quebrantan la moral del tronco que estaba en pie. Pero también me topé con cultivadores de valores, de ideas sanas, que fertilizan corazones con amor de verdad.
Y mientas más me adentraba sentía como cambiaba mi entorno al caminar, veía flores marchitas cansadas del incesante sol de los problemas cotidianos, pero me sorprendí al ver que maderos quemados por las desdichas vividas aún seguían firmes, arraigados al suelo inerme pero iluminados por la esperanza. Y allí entre aquel paisaje que parecía sombrío aprendí a encontrar la paz y me convertí en jornalero de la aceptación, cultivador del perdón, dador de la Fe, amante del mismo amor. Y entonces, allí, comencé a vivir.


lunes, 10 de octubre de 2016

Vida y Vanidad

La vida del ser humano está tan llena de vanidades hasta el punto en que se ha llegado a valorar más a una persona por lo que materialmente posea que por su esencia real, por quien es. En esta sociedad se ha perdido el verdadero sentido del amor, del afecto.

Existen muy pocas personas a las que les importa dedicarle tiempo a conocer a alguien más y darse cuenta del verdadero valor que tiene como individuo.  Es penoso que los sentimientos hayan pasado a un segundo plano al momento de ese maravilloso proceso de enamorarse; ahora un físico, una buena posición económica e incluso un vehículo vale más que un corazón que es capaz de dar todo sin pedir nada a cambio.

Y me hago de esta parábola, el ser humano es tan parecido a un huevo, de acuerdo a nuestra lógica, ninguno vamos a la nevera de nuestra casa, tomamos un huevo, lo abrimos y nos comemos el cascaron y botamos lo demás, ¿por qué?  Porque sabemos que lo que nos alimenta en realidad es lo que viene dentro de dicho cascaron y así somos nosotros los seres humanos, venimos revestidos de un simple cascaron, pero lo que vale, lo que alimenta y nutre de cada quien, es lo que lleva dentro de esa caratula. Si a esa mujer u hombre ideal para ti, le quitaras el corazón o la mente  o su espíritu que quedaría, solo un cuerpo inerte, sin vida.

Y somos tan parecidos a un huevo que muchas veces vamos y elegimos el más grande y bonito que vemos y cuando lo abrimos está podrido, solo porque nos dejamos llevar de su presentación exterior y que desilusión nos llevamos. Por eso dejémonos de vanidades, del materialismo como estilo de vida, rescatemos el verdadero valor que merece estar enamorado, amar con el corazón y no con los ojos, comencemos a vivir una vida más sincera, más humana y sobre todo con humildad y sencillez y las cosas surgirán de una manera diferente.

Juventud

Juventud divino tesoro decía ese gran poeta nicaragüense Rubén Darío, pero actualmente, ¿es la juventud esa pieza clave considerada el futuro de una sociedad? La verdad es penoso pensar de esta manera pero  es una pura realidad que hay que enfrentar.

Soy parte de ese conglomerado de individuos que con nuestras acciones podemos cambiar una situación ya sea social, política, cultural, entre otras más que se podrían mencionar, tan solo con tener un sueño o una meta que alcanzar y convertirnos en luchadores por ese ideal, pero cuando nos encerramos en nuestro propio mundo y queremos vivir nuestra vida según lo que consideramos “correcto” entonces comienzan a aparecer los conflictos que manchan nuestra credibilidad, nuestra verdadera forma de ser, aquello que nos convierte en verdaderos emprendedores.

Por eso en la actualidad la vida del Joven es como una montaña rusa, de momento está en la cima y se siente la emoción, la euforia por salir adelante y de momento el miedo, las preocupaciones, la falta de perseverancia  en lo que queremos lograr pues hacen que descienda de una manera estrepitosa esa montaña de ideas, valores, sueños que con tanto ahínco defendíamos en un principio.

Es increíble pensar que tantos jóvenes han encontrado “solución” a sus problemas sometiéndose a la peor “terapia”, la de los vicios. Cuántas vidas valiosas sumidas en un mar de inmoralidades que solo visten a la sociedad de luto y frustran así el desempeño de los pocos que han sabido salirse de la rutina y han querido experimentar algo diferente, distinto, pero a la vez positivo para el devenir de sus vidas

Los  valores que hacen a un individuo apto para desarrollarse como ente positivo de la sociedad se han perdido a la sombra de la corrupción, un gran por ciento de la juventud ha descendido la marcha y muchos hasta han apagado sus motores y se han quedado estancados en ese círculo vicioso que no lleva a ninguna parte, que tan solo hace que la vida se desvíe por ese camino incierto y al final se convierta en la expiración de lo que un día nos llevó a ser personas libres y capaces de cambiar la historia.

 Pero nos toca a nosotros decidir si realmente es esto lo que queremos plasmar en nuestro paso por esta vida, si es el legado que queremos dejar a una generación futura que en muchas ocasiones nos mirara como modelos a seguir y mi pregunta es ¿Qué seguirán, que es lo que realmente les servirá como referencia para marcar la diferencia y así poder voltear esa página en que los escritos ya son ilegibles.

Piénsalo y toma una decisión, has que la historia cambie pero para el beneficio de todos, no quieras ser héroe haciendo todo tu solo(a), no seas egoísta, porque la preocupación por el bien particular solo hace crecer tu ego y esto te lleva a vivir una vida ciega a la realidad, mas tener un interés colectivo, interés común, es eso lo que nos hace más humanos porque de esta manera cada quien aporta su granito de arena y así se hace un mundo más vivible, conforme a los valores que se nos han transmitido.